La Comisión Jurídica de Inglaterra y Gales ha propuesto reformar las leyes existentes, especialmente la ley de propiedad privada, para proteger a los usuarios de criptomonedas y maximizar el potencial de la tecnología.
Las propuestas se presentan en un documento de consulta publicado el 28 de julio que busca aportes de las partes interesadas de la industria hasta el 4 de noviembre.
Según la Comisión Jurídica, si bien la ley de Inglaterra y Gales es “suficientemente flexible para acomodar” los activos digitales, hay algunas áreas clave que requieren reformas. La Comisión argumenta que las leyes de propiedad personal deberían ser aplicables a los activos digitales.
En su documento de consulta, la Comisión Jurídica propone la creación de una categoría nueva y distinta de propiedad personal para los llamados “objetos de datos”. Esto incluiría criptomonedas y tokens no fungibles (NFT).
En el comunicado de prensa, la Comisión afirmó que las características de los activos digitales difieren significativamente de las de los activos físicos tradicionales. Por lo tanto, para garantizar que las leyes de propiedad privada puedan aplicarse de manera efectiva a los activos digitales, la agencia propuso clasificarlos en una nueva categoría.
La creación de una nueva categoría de activos proporcionaría una “base legal sólida para la industria de activos digitales y para los usuarios”, dijo la Comisión Legal. Agregó que las propuestas están diseñadas para garantizar que la ley siga siendo “dinámica, altamente competitiva y flexible”.
Si se implementan las reformas, sería más fácil para los tribunales decidir los reclamos de propiedad sobre los tokens.
En el documento de consulta, la Comisión Jurídica dijo que hay argumentos a favor de permitir que los tribunales otorguen daños y perjuicios en criptomonedas. Sin embargo, la comisión no lo recomendó formalmente.
La profesora Sarah Green, comisionada legal de derecho comercial y consuetudinario, dijo:
Nuestras propuestas apuntan a crear un marco legal sólido que ofrezca mayor consistencia y protección a los usuarios y promueva un entorno que sea capaz de fomentar una mayor innovación tecnológica.
“Es importante que nos concentremos en desarrollar las bases legales adecuadas para respaldar estas tecnologías emergentes, en lugar de apresurarnos a imponer estructuras que podrían sofocar su desarrollo.