El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha promocionado las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC) como un camino hacia la inclusión financiera, pero podría haber implicaciones de control y vigilancia más siniestras.
Hablando en la reunión anual del FMI y el Banco Mundial la semana pasada, el director gerente adjunto, Bo Li, dijo que una CBDC podría mejorar la inclusión financiera a través de la programabilidad.
Continuó explicando:
“Una CBDC puede permitir que las agencias gubernamentales y los actores del sector privado programen, creen contratos inteligentes y permitan funciones de políticas específicas”.
Procedió a dar un par de ejemplos, como pagos de asistencia social, cupones de consumo y cupones de alimentos. El dinero se puede programar como objetivo para un tipo de uso, afirmó.
“Esta capacidad de programación potencial puede ayudar a las agencias gubernamentales a orientar con precisión su apoyo a aquellas personas que lo necesitan”, añadió.
La conclusión de esos comentarios es que los gobiernos podrán programar dinero para controlar lo que la gente puede y no puede gastar. El analista de políticas del Centro de Alternativas Monetarias y Financieras del Instituto Cato, Nick Anthony, hizo la observación el 16 de octubre.
A principios de este año, Anthony publicó un papel en el que dijo, “una CBDC borraría la poca privacidad financiera que aún existe en los Estados Unidos”.
El presidente de la Fed de Minneapolis, Neel Kashkari, tampoco está convencido de una CBDC, ya que comentó anteriormente que tiene sentido que China quiera una como herramienta de vigilancia, pero los estadounidenses no la querrían.
La aterradora posibilidad de las finanzas programables es un futuro distópico donde los estados autoritarios y los bancos controlan quién puede tener acceso al dinero y quién no, y en qué pueden gastarlo.
Es probable que esto conduzca a casos extremos de exclusión financiera para aquellos que no cumplan con los criterios gubernamentales para acceder a su moneda digital. Los criptoactivos descentralizados son los únicos vehículos verdaderos de finanzas abiertas y gratuitas que son accesibles para todos, en todas partes… a menos que el estado los haya prohibido. A principios de este año, el FMI descartó las criptomonedas como una amenaza para la seguridad financiera.
China a la cabeza
China está presionando con fuerza para implementar su moneda digital del banco central e-CNY, que ha visto un volumen de transacciones que supera los 100 mil millones de yuanes (alrededor de $ 14 mil millones) hasta el momento.
Más de 5,6 millones de comerciantes pueden aceptar pagos con la CBDC, que está estrictamente controlada y supervisada por el estado.
Los investigadores estatales chinos también propusieron una CBDC panasiática que está vinculada a las monedas de las 13 naciones miembros de la ASEAN. China también controlaría esto, ya que se esfuerza por distanciarse a sí misma y a sus vecinos regionales fuertemente influenciados de un dólar fortalecido.
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