Erik Voorhees, fundador de Shapeshift y defensor de Bitcoin desde hace mucho tiempo cree que las finanzas descentralizadas (DeFi) ya han resuelto el problema de la claridad regulatoria que impide que las personas posean o intercambien la mayoría de las criptomonedas.
A la industria de las criptomonedas le preocupa que todas las criptomonedas, además de las cuatro que figuran en los Mercados EDX recientemente lanzados (BTC, ETH LTC y BCH), podrían verse potencialmente prohibidas para el comercio en los EE. UU.
A la industria le preocupa que la cotización de EDX sea un eco del sentimiento regulatorio y un precursor de la delimitación entre estas cuatro y todas las demás criptomonedas en términos de que estas últimas son valores.
Bitcoin, Ethereum, Litecoin y Bitcoin Cash son las únicas cuatro criptomonedas que los reguladores han admitido públicamente que no son valores. Mientras tanto, el presidente de la SEC, Gary Gensler, ha declarado repetidamente que todas las demás criptomonedas son consideradas valores por el regulador para todos los efectos.
EDX está respaldado por gigantes financieros heredados como Citadel Securities, lo que ha avivado aún más los temores de que los estadounidenses solo puedan intercambiar estas cuatro criptomonedas en bolsas que controla Wall Street debido a restricciones regulatorias.
Los cuatro tokens que figuran en el intercambio han visto un gran interés en los días siguientes, con BCH y Litecoin registrando ganancias impresionantes.
DeFi es la solución
Muchos han instado a la industria a unirse y hacer un esfuerzo concertado para garantizar que las altcoins no se queden atrás en los EE. UU.
Sin embargo, Voorhees dijo que este es un problema que ya tiene una solución en forma de DeFi.
Voorhees dijo que DeFi es inherentemente “sin permiso”, lo que significa que si las personas quieren comerciar y poseer monedas alternativas que no figuran en los intercambios centralizados, pueden recurrir a protocolos descentralizados.
Los protocolos DeFi no necesitan claridad regulatoria o permiso para operar y hay muy poco que los gobiernos puedan hacer para interferir además de hacer que las transacciones relacionadas con DeFi sean ilegales.
Según Voorhees:
“Ellos [governments] pueden escribir las leyes que quieran. Los protocolos siguen funcionando a pesar de todo… Eso es inmensamente poderoso”.
Rampa de entrada y salida de Bitcoin
Una de las principales deficiencias de los protocolos DeFi es la falta de una rampa de entrada y salida fiduciaria con los bancos tradicionales, lo que significa que las altcoins sin una conexión fiduciaria no se pueden usar en transacciones cotidianas como comprar comestibles.
La mayoría de las personas solucionan este problema utilizando intercambios centralizados que tienen rampas de entrada y salida o un mercado entre pares donde se pueden intercambiar las criptomonedas admitidas.
En comparación con DeFi, las listas están limitadas en intercambios centralizados como Coinbase e incluso Binance. A la industria de las criptomonedas le preocupa que estas opciones puedan limitarse aún más a solo cuatro criptomonedas.
Sin embargo, Voorhees cree que esto no sería un problema y no obstaculizaría los protocolos DeFi o las monedas alternativas. Dijo que la industria solo necesita una “única rampa hacia la banca” para funcionar y que Bitcoin podría cumplir fácilmente esta función.
Las personas ya convierten criptomonedas no cotizadas en Bitcoin, Ethereum y monedas estables cuando tienen la intención de retirar dinero en fiat y esta práctica se mantendría, aunque de manera más limitada, en los EE. UU.
Los argumentos de Voorhees se remontan a la base de por qué se crearon Bitcoin y DeFi en primer lugar: para dar a las personas libertad de elección económica.