En los últimos años, los activos digitales, incluidas las criptomonedas, han experimentado un crecimiento explosivo, superando la capitalización de mercado de $ 3 billones en noviembre de 2021. Se estima que aproximadamente 40 millones de personas han invertido, intercambiado o usado criptomonedas en general.
Con un ascenso tan meteórico, EE. UU. tuvo la oportunidad de intensificar y mostrar liderazgo en el sistema financiero global al encontrar una manera de mantenerse en la cúspide de la evolución de la moneda digital mientras protege a los consumidores, las empresas y el sistema financiero en general. Así nació la orden #14067, “Garantizar el desarrollo responsable de los activos digitales”, firmada el 9 de marzo, también conocida como la orden ejecutiva del presidente Biden sobre criptografía.
En esta línea, James Rickards, exasesor del Pentágono, la Casa Blanca, el Congreso, la CIA y el Departamento de Defensa, unido el autor del libro de finanzas personales ‘Padre Rico, Padre Pobre’ Robert Kiyosaki en el padre rico podcast del 9 de marzo, para discutir la orden que lo etiqueta como ‘spyware’.
“Esto expandiría dramáticamente el poder y la influencia del gobierno federal <…> actuando esencialmente como un nuevo tipo de “spyware”.
Kiyosaki calificó este escenario como similar a un futuro que suena distópico como el de la novela de George Orwell de 1984:
“Jim, esto es como si el Gran Hermano de George Orwell estuviera mirando, con esteroides”.
No es banca en línea
Las preocupaciones de Rickard con respecto a la orden ejecutiva giran en torno a la ‘agenda oculta’ detrás de ella, que según él, está acelerando el movimiento hacia las monedas digitales del banco central (CBDC), que el propio Kiyosaki había criticado anteriormente como ‘spyware’.
“Es por eso que estamos haciendo sonar un poco la alarma sobre la orden ejecutiva 14067. Una vez que sea digital <…> ahora sabrán lo que está comprando. Porque cada producto tiene un SKU: código de unidad de mantenimiento de existencias. Con él, con un escaneo digital QR, sabrían lo que estás comprando, eh, y esta moneda digital es programable, lo que significa que pueden bloquear ciertas compras o no”, dijo Rickard’s.
En esencia, la preocupación es que una moneda digital del banco central, además de hacer que las transacciones sean posiblemente más baratas y rápidas, dará paso a un escenario similar al mundo en el libro de Orwell.1984‘, donde un ‘Gran Hermano’ llevaría las riendas de las finanzas y las decisiones que las personas tomaban en sus vidas.
Es difícil argumentar que no se incorporará un mecanismo de seguimiento en la moneda digital central; por otro lado, es difícil predecir una conclusión orwelliana para toda la saga.
La supervisión y la legislación con respecto a las monedas digitales no necesariamente tienen que ser algo malo, pero el tiempo dirá cómo se desarrolla al final.
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