A medida que avanza la batalla legal de Ripple contra la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) de los Estados Unidos, la compañía blockchain se une a los esfuerzos por un futuro más verde, junto con cientos de otras empresas.
De hecho, Ondulación Anunciado el 20 de septiembre que había firmado el Compromiso Climático, uniéndose así a más de otras 375 empresas que se comprometieron a lograr emisiones netas de carbono cero para 2040 en un esfuerzo por crear un futuro más sostenible.
Los signatarios de Climate Pledge, cofundado en 2019 por Amazon (NASDAQ: AMZN), incluyen empresas de 51 industrias y 29 países, lo que garantiza que alcanzarán emisiones netas de carbono cero diez años antes del Acuerdo de París.
Futuro más sostenible
Como explicó Ripple:
“Cuando se trata de la crisis climática, las criptomonedas deben hacer su parte para ayudar a construir un futuro más sostenible. Ayer, firmamos el Compromiso Climático y nos unimos a más de 375 empresas que están priorizando el planeta”.
De acuerdo a Promesa de Ripple“con cada solución, estamos logrando una economía global y un planeta más sostenibles, aumentando el acceso a sistemas financieros inclusivos y escalables mientras aprovechamos la tecnología blockchain neutral en carbono y un activo digital verde, XRP”.
Otro signatarios incluyen Hewlett Packard Enterprise (NYSE: HPE), Salesforce (NYSE: CRM), Visa (NYSE: V), IBM (NYSE: IBM), Microsoft (NASDAQ: MSFT), Coca-Cola (NYSE: KO), Unilever, Best Buy (NYSE: BBY), Mercedes Benz, Rivian, Verizon (NYSE: VZ) y muchos más.
Reducir las emisiones de carbono no es la única misión orientada al futuro en la que están involucrados quienes tienen conexiones con Ripple. A mediados de septiembre, uno de sus cofundadores y exdirector de tecnología, Jed McCaleb, anunció el lanzamiento de su nueva empresa espacial. llamado Vast, con el objetivo de construir “habitaciones humanas en el espacio”.
Luchando contra la SEC por la emisión de XRP
Mientras tanto, la SEC acusa a Ripple por la emisión de la criptomoneda XRP, que según el regulador ocurrió sin su aprobación, ya que considera que los tokens son valores, lo que le costó a la compañía blockchain más de $100 millones en honorarios legales, según su director ejecutivo, Brad Garlinghouse.
Recientemente, Ripple presentó un nuevo argumento afirmando que los tokens no podrían haber sido valores ya que no hubo “contratos de inversión” involucrados en su emisión, lo que garantizaría los derechos de los inversores u obligaría al emisor a actuar en su interés, como informó Finbold.